sábado, 9 de julio de 2011

El gorrión y el águila


Salmo 103:5 El que sacia de bien tu boca De modo que te rejuvenezcas como el águila

102:6-7 Soy semejante al pelícano del desierto; Soy como el búho de las soledades. Velo, y soy Como el pájaro solitario sobre el tejado.

Entre los Salmos 102 y 103 el salmista usa por lo menos cuatro diferentes tipos de aves para describir su estado emocional. El pelicano, el búho, el gorrión y el águila.

Las tres primeras aves, el pelicano, el búho y el gorrión son usados para describir un estado emocional que es evidente desde los primeros versículos del Salmo 102:1 (Oración del pobre, cuando estuviere angustiado, y delante de Jehová derramare su lamento). JEHOVA, oye mi oración, Y venga mi clamor á ti. Sin duda estas palabras son el fruto de un corazón que está experimentando angustia, miedo o depresión en medio de circunstancias totalmente sobrecogedoras que paralizan al salmista o lo han puesto en un estado de total postración, de modo que su única esperanza es El Señor.

El ave referida como pelícano, en uno de los tantos géneros que habitan en las aguas pantanosas solitarias en la tierra palestina, esta ave se alimenta de peces y otros crustáceos que se encuentran en esas aguas. Hoy en día gran parte de esos pantanos han sido drenados y se han tornado en tierras usadas eficientemente en colonias agrícolas. Pero en los tiempos históricos en que se desarrollan los eventos descriptos por el salmista los pantanos eran nada más que eso, lugares aptos para la vida silvestre donde el gruñido del pelicano rompía eventualmente la calma montaraz del pantano solitario. Toda la vida de este ejemplar se lleva a cabo alrededor del agua, desde su nido hasta su alimento de modo que no tiene necesidad de volar a grandes alturas. Básicamente merodea toda su vida alrededor del pantano.

El otro pájaro usado en la ilustración es el búho. Este pájaro rapaz, que solo puede sobrevivir de sus actividades nocturnas, (interesante notar que la luz lo torna vulnerable) debe vivir en lugares donde los roedores habitan ya que estos animales son los elementos básicos de sus dietas carnívoras. Dado que los roedores normalmente se alimentan de carroña, los búhos deben habitar en lugares desolados, y esperar el momento más oscuro del día para satisfacer sus necesidades más básicas. Si bien entendemos la importancia ambientalista de esta cadena alimenticia, la posición del búho en este ciclo no es de envidiar.

El tercer pájaro citado es traducido al idioma inglés como gorrión, pero no hay certeza de que ésta aplicación sea certera. La investigación del término usado lleva a pensar que se trata de éste pájaro conocido casi universalmente; inofensivo, vulnerable, siempre solo. A pesar de poder vivir en lugares altos y tener un punto de vista privilegiado de su entorno, esta visión no cambia su vida lacónica, este pajarito es solo un triste espectador de la vida exuberante que ocurre a sus pies.

Estas tres aves ilustran perfectamente varias etapas de mi vida, algunas de las cuales si no fuera por la gracia de Dios aplicada en mi vida, me abrumarían de una vergüenza destructora o tristeza aplastante. Sin embargo así como El Señor oyó el clamor del salmista, oyó también el mío: “Socorro Señor que perezco”.

Como dije en otro devocional, la memoria que podría ser deprimente, por la intervención de Dios en mi vida se ha tornado en una fuente de gratitud y alabanza, por todos los beneficios con los que Él me ha dotado. Su perdón ha sido y continua siendo, la fuerza más saludable que destila en mi interior. Su amor es mi alegría, su Consuelo es mi esperanza. Su provisión es mi más deleitoso sustento. Su presencia es mi fortaleza. Y por Su causa, así como el salmista, ya no soy más pelícano, búho o gorrión. Su poder se renueva en mí, ya no tengo necesidad de merodear los charcos, o pernoctar en lugares de desolación o contemplar resignadamente como la vida pasa delante de mis ojos. Porque su poder se exalta en mi debilidad yo soy fuerte, remonto a las alturas para capturar la visión, y abrazando la visión, alcanzo mi destino glorioso y entonces soy águila.

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